En el mundo del emprendimiento, ¿Cómo empezar?

En el mundo del emprendimiento, ¿Cómo empezar?

Todos somos un mundo de ideas, de talentos, de iniciativas, de virtudes, y porque no decirlo también de defectos, de inseguridades y dudas. Evidentemente esto vive en cada uno de nosotros a manera de lucha en cada actividad de nuestras vidas, esta lucha posiblemente se expresa en ser un mejor hijo, un mejor estudiante, un mejor profesional, un gran emprendedor, en definitiva, una mejor persona.

 Días atrás Renzo[1], compartía la siguiente idea: “Cómo estás como persona se refleja en como está tu emprendimiento.” En lo simple de la idea, hay una profunda reflexión, para describir esto, quiero compartir mi experiencia personal. Soy abogado, he procurado especializarme y ganar experiencia en mi profesión, creo que lo voy logrando día a día, sin embargo, años atrás no era consciente de que carecía de capacidades de administración y gestión de mi talento para hacerlo rentable y escalable. En este contexto, en un contexto de inseguridades, comencé mi ejercicio profesional con dos pasos innecesarios: 1. Por temor a iniciar solo, me incluí en una oficina de profesionales desconocidos, la realidad es que durante este tiempo no encontré la sinergia y complemento profesional, sin embargo, como toda experiencia, fortaleció mi aprendizaje; 2. Constituí una compañía para “empezar a trabajar”. Me voy a referir en especial a este segundo aspecto.

Constituir una compañía no es igual a emprender, ni es igual a trabajar, ni equivale estrictamente hablando a ser empresario, lo que significa realmente es que tienes una persona jurídica con uno o más socios, así sea por formalidad, con la que puedes gestionar un negocio, es decir facturar con el mismo y dotar de estructura y obligaciones a tu negocio. ¿A qué me refiero con esto último? En mi caso puntual, que no he visto la necesidad de facturar con la compañía, sin embargo, me obliga a declarar mensualmente el IVA, anualmente la renta y presentar un informe anual a la Superintendencia de Compañías. Ustedes por lo tanto concluirán que no me ha servido de nada puntual en mi negocio, sino que, lo único que ha representado son obligaciones e incomodidades.

 Ahora bien, esta experiencia no pretende deslegitimar la idea de constituir una compañía y formalizar en consecuencia la estructura de un negocio, sino el llamado es a planificar la organización de tu negocio o emprendimiento para luego preguntarnos qué figura personal o empresarial necesitas para poder gestionar el mismo, es precisamente aquí donde entran las capacidades de planificación, gestión y administración del emprendimiento.

 Por ejemplo, si quieres iniciar un restaurante y eres tu el dueño de esta idea, del talento y de la inversión, planificas que en el primer año no vas a vender más de USD $60.000 y contarás con 10 empleados o menos, pues no es necesario que busques forjar una sociedad para constituir una compañía, que te implique en consecuencia gastos de trámites iniciales y la obligación de declarar impuestos mensualmente, es decir, contratar un contador para que lo haga; sino que podrías iniciar con un RISE,[2]por lo tanto, podrías planificar el pago de una cuota fija mensual que reemplaza el pago de los impuestos del IVA y renta, y en consecuencia pagas un valor menor y fijo sin complicaciones más que pagar en un banco o por débito bancario este valor.

 La invitación con esta historia, es que planifiques y te asesores para iniciar, todo el talento necesita un cauce de orden y gestión para que pueda generar éxito, no es por lo tanto, una invitación a frenar tu impulso o deslegitimar las bondades de la constitución de una compañía, sino que adaptes la gestión de tu talento a tus reales necesidades y que en especial en los primeros años del emprendimiento, tu curva de aprendizaje no sea tan compleja y alta y que la gestión eficiente de tu talento sea el norte para crecer como emprendedor.

 Seguiremos hablando de estos temas, procuraré compartirte mi conocimiento personal y profesional para apoyar en tu éxito.

 

[1] Director de EELA Escuela de Emprendimiento

[2] Régimen Impositivo Simplificado. - es un régimen de inscripción voluntaria, que reemplaza el pago del IVA y del Impuesto a la Renta a través de cuotas mensuales y tiene por objeto mejorar la cultura tributaria en el país.

 

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